El quilibrio existió, habían tanto grupos comerciales como grupos originales, el sistema era delicado, bastaba un pequeño desajuste para que no pudiese autocorregirse y se inclinara la balanza hacia un lado, y lo hizo, ganó la música comercial. Quizás en esta ocasión pueda volver a echarle la culpa a la educación (
Ahora solo lamento que mi niñez y la de mis amigos haya transcurrido durante los 90... durante los 90 debería haber transcurrido nuestra adolescencia. La culpa no es de chicas y chicos como Miley Cyrus, Selena Gomez o Los Jonna's Brothers, es de las multinacionales que los diseñan y lanzan al mercado.
Hablo de épocas donde podíamos escoger entre las Tit Stars (Sabrina Salerno, Samantha Fox, Danuta Lato y la menos conocida Brigitte Nielsen) o grupos como Metallica, ya sabeis, Pop o Rock, tú sabrás lo que escojes y porqué. Antes habíamos tenido en los 50 Elvis Presley (no Preysler), en los 60 a Pink Floyd hasta el 95, The Rolling Stones hasta nuestros días, The Beatles hasta el 70, en los 70 ACϟDC, hasta ahora, en los 80 a Madonna, la vigente reina del Pop, durante los 90 vimos grupos como The Cranberries... y después... después vino Britney Spears, los Back Street Boys, las Spice Girls, Christina Aguilera, todos jóvenes con talento que fueron diseñados y modificados para generar fenómeno fan, algo que anteriormente había surgido de forma natural. Si puedes promocionar cantantes y grupos musicales originales, y ver si triunfan o se hunden, o crear a tus propios grupos siguiendo una fórmula mágica infalible, ¿que harás? seamos sinceros, el sistema no ha degenerado, ha evolucionado. Ahora miles de jóvenes adoran a Miley Cyrus por imitar los desmadres del Rock and Roll de los 70, en lugar de hacer algo nuevo recuperando su espíritu, pero al menos devuelve a la actualidad a grupos como The Blackhearts, conocidos por I love Rock'n Roll o Bad Reputation, lo cual dice mucho, muchísimo a su favor, al emular a Joan Jett.
Nos gustan las modelos que dicen que nos deben gustar, si una película es anunciada como una obra de arte la amamos, y si es anunciada como un fiasco nos repugna. La ropa, las joyas, los vehículos, hasta los colores, todo sigue un patrón, todo es diseñado y juzgado. Esa lámpara fea de tu salón, alguien la diseñó, ese bolígrafo, 0,75€ por 3, uno rojo, otro azul y otro negro, también han sido diseñados, sin embargo, es más difícil pensar que alguien se para a diseñar personas, se para a coger materias primas como Miley Cyrus, la pequeña Hanna Montana, y las convierte en lo que son ahora... Lo que son para nosotros. Tenemos a Vanessa Hudgens, a Selena Gomez, todo juguetitos que algún día se romperan, como en su día lo hizo Lindsay Lohan, Britney Spears, o mirando atrás, Marilyn Monroe.
En fin, supongo que lo que oirán mis hijos no me gustará, me llamarán un sinónimo "carroza", yo les mentiré y les diré que la música de mi época era mejor y el pez una vez más se morderá la cola sin atragantarse. Qué se le va a hacer...