domingo, 17 de diciembre de 2017

El problema de la educación sexual

En mi opinión:

¿Sabéis cual es el mayor problema con la educación sexual de hoy en día?
Que no hay pornografía para menores de edad.

Puede sonar incendiario, pero es totalmente cierto. Hemos llegado a un punto en el que a los menores se les niega, impide, o censura el acceso al contenido sexual explícito, cuando toda la sociedad en sí está hipersexualizada. De hecho, en muchos quioscos no solo le niegan al menor comprar revistas como Primera Línea, que muchas veces incluye un DVD porno por un módico precio, sino que también Interviu, FHM, MAN y otras revistas "masculinas" sin ningún tipo de pornografía en su interior, más allá del típico anuncio de páginas de contactos de internet.

¿Por qué no le damos acceso a esa juventud inquieta a la pornografía? Pero claro, no queremos que el primer vídeo que vean sea un "Pilladas en la calle de Torbe", por el notablemente negativo mensaje que envía esa serie sobre la mujer, y tampoco queremos que empiecen con un bukkake, una triple penetración... no joder, queremos que empiecen con algo excitante y explícito, que se vea a la perfección el acto sexual en todo su esplendor, pero sin una instrumentalización de la mujer, sin agresiones físicas (no estoy hablando de BDSM).

Sé que es difícil de digerir, pero joder, vamos a hablar en plata, que el tiempo vale oro. TODOS los adolescentes ven pornografía, y aunque no creo que el porno vaya a tener un impacto negativo en las conductas sexuales de los jóvenes el resto de sus vidas, sí que les puede costar un poco gestionar ciertos aspectos y prácticas, hacerse a la idea de que no hace falta tener un miembro de 25cm, que no hace falta metérsela hasta la tráquea, que el sexo anal tiene que ser disfrutado por todos los participantes y no solo por el que penetra, que no hace falta saber cabalgar de cuclillas, ponerse el tobillo a la altura de la sien, abrirse de piernas ni hacer tríos los fines de semana.

Si le facilitamos a los jóvenes el acceso a un porno de calidad, neutro, hecho por y para su disfrute y, por qué no, educación, fomentaremos que el día de mañana busquen su propio camino, el género que les gusta, las prácticas que quieren probar y las que no, y por supuesto que tengan respuestas, que no haya tabúes, que puedan consultar lo que quieran.

¿Os imagináis una página de contenido pornográfico adaptado para menores de edad que dispusiera de un foro en el que hacer preguntas y abrir debates administrado por los directores, actores, y demás participantes del contenido de la web? Con un blogs explicando curiosidades, información importante sobre ETS, anticonceptivos, técnicas, ejercicios, soluciones y problemas, peligros de las RRSS y el contacto con desconocidos, asesoramiento sobre los colectivos LGTB, las diferencias entre sexualidad, sexo y género...

Esa es mi postura frente al porno y la educación sexual. Debemos facilitar su acceso a los jóvenes con inquietudes sexuales en cuanto las tengan, no convertirlo en un sucio secreto que deben ocultar.